El número de aficionados al futbol sala ha crecido en los últimos años, los logros en las copas que han obtenido los equipos españoles en este deporte, han contribuido mucho en ello. Pero también las facilidades que existen en casi todas las provincias para la práctica del mismo y las oportunidades para organizar o anotarse en un equipo de amigos o colegas, bien sean de profesionales electricistas, fontaneros o cerrajeros por nombrar tan solo algunos.
Al igual que en todos los deportes, también la práctica del futbol sala requiere un equipamiento para enfrentar el entrenamiento y los juegos. El más importante de ellos al ser un deporte que se juega con los pies, son las zapatillas. Ellas deben ofrecer comodidad, protección adecuada para el pie y además tener la suela correcta, la adecuada para la superficie donde el juego tendrá lugar.
La investigación aplicada en la industria del equipamiento deportivo y el uso de nuevos materiales y tecnologías han hecho que las zapatillas actuales sean bastante diferentes de las que se usaban años atrás. Sin embargo, escoger una que reúna las tres condiciones indicadas no necesariamente requerirá del desembolso de una cantidad importante de dinero, pero si de prestar atención a cada una de ellas durante la selección.
Más allá de los gustos particulares sobre diseño, maracas colores o materiales, hay algunos elementos relacionados con la protección del pie que deben ser valorados a la hora de decidirse por algún modelo en particular. A continuación se detallan:
Las zapatillas deben ser del número correcto, ni tan pequeñas que maltraten el pie ni tan grandes que ocasiones deslizamiento del mismo, cualquiera de estas situaciones provocará rozamientos y ampollas. El calzado ideal debe ser de aproximadamente medio centímetro mayor que la longitud del pie.
Probarlas antes de comprarlas es indispensable, pues es la única forma de comprobar si se amoldan a la forma de los pies. Pudiera ocurrir que alguna costura interior produjera fricción con alguna zona del pie ocasionando igualmente lesiones, o que al tener la punta muy estrecha no diera libertad de movimiento a los dedos, provocando calambres durante la práctica o el juego.
Durante la prueba del calzado, debe también comprobarse la flexibilidad que ofrece, ya que en este deporte se requiere flexionar el pie y si la zapatilla no lo permite puede llegar a ocasionar lesiones en el tendón de Aquiles y en las pantorrillas. Pero atención, un exceso de flexibilidad también puede suponer disminución de la estabilidad.
Recuerda que para prevenir las lesiones que pueden dejarte fuera de juego debes conseguir un calzado que proteja el talón, suministre un buen apoyo del arco, amortigüe y de estabilidad a la planta del pie y en general que te siente como un guante.
Otro aspecto al que debes prestar atención es a la suela y para ello será mejor saber en qué tipo de suelo tendrán lugar las prácticas y los juegos, pues las que están hechas de caucho se comportan mejor en los suelos de cemento, en tanto que las de tacos microscópicos o con estrías, por su mayor adherencia, responden bien en las canchas de hormigón y parquet.
Recuerda que la mayor presión en este deporte está en tus pies y tener una buena experiencia de juego depende en gran parte del esmero que pongas en conseguir las zapatillas adecuadas para ellos.